En muchas de las visitas que hacemos para realizar la Certificación Energética, los propietarios nos comentan, que al poner el aire
acondicionado la factura eléctrica se dispara y nos preguntan que pautas se pueden
seguir para rentabilizar más el uso del aire acondicionado y con ello reducir
el coste económico, por ellos hemos decidido realizar esta entrada de blog para hacer una serie de recomendaciones para lograr la eficiencia energética del Aire Acondicionado de nuestras viviendas, oficinas o locales comerciales.
Según el Instituto de Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE),
se podría llegar a reducir hasta en un 30% el recibo de la luz por el aire
acondicionado, solo controlando el uso y realizando un correcto mantenimiento.
En España el consumo producido por la refrigeración
de edificios equivale a la producción de “TRES CENTRALES NUCLEARES” y la demanda
se concentra en unas horas determinadas del día, coincidentes con las horas de
mayor calor, que se sitúan entre las 15 y las 18 horas.
Recomendaciones para
realizar un uso más eficiente del aire acondicionado y rebajar la factura de la
luz:
1.- AISLAR BIEN DEL EXTERIOR Y EVITAR EL INTERCAMBIO DE TEMPERATURA
ENTRE EXTERIOR E INTERIOR.
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| Aislar bien la vivienda |
Cerrar
bien las puertas y ventanas para que evitar las pérdidas, limitar la entrada de
excesiva luz durante las horas de mayor calor. Mantenga el aislamiento con el
exterior, baje las persianas o utilice toldos para reducir la radiación directa
y el calentamiento interior que se produce por este efecto.
La
ventilación y renovación de aire interior no debe ser excesiva con unos 10
minutos en condiciones normales es suficiente, con esto se reduce el
intercambio de temperatura entre el interior y el exterior, para ello las
mejores horas son aquellas de menor calor, pudiendo realizarse por la mañana o
por la noche, y siempre sin tener los aparatos encendidos.
2.- APAGAR LAS FUENTES DE CALOR AL PONER EL AIRE ACONDICIONADO.
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| Proteger los aparatos | |
Separar
los sistemas de aire acondicionado de los sistemas de producción y emisión de
calor y en la medida de lo posible, no hacer uso de estos últimos en las horas
de máximo calor.
Ya que esto provocaría una mayor
demanda de energía, por parte de los aparatos de aire acondicionado, al tener que alcanzar una
temperatura de confort que se está desequilibrando contínuamente por la acción de la fuente
emisora de calor (calentadores, electrodomésticos, hornos, luces o bombillas de
alta emisión de calor, etc.).
También
es muy recomendable que los sistemas de producción e intercambio no se
encuentren a plena exposición solar, o en lugares con poca ventilación o
aireación, ya que esto produce un incremento de la energía demandada en su
utilización.
3.- TERMOSTATO COMO ELEMENTO FUNDAMENTAL DE AHORRO DE AIRE
ACONDICIONADO.
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| Vigilar el termostato |
Usar un
termostato, comprobar su correcto funcionamiento y que el mismo tenga acceso
libre a la temperatura de la estancia, comprobar que no se altere su lectura
por la existencia de una fuente de calor cercana.
El
termostato indica al aparato cuando debe conectarse o apagarse en función de
una determinada temperatura seleccionada o programada, evitando el
funcionamiento sin control térmico o la excesiva disminución de grados al no tener
una determinada temperatura como objetivo.
Si
no se dispone de termostato, en el mercado se pueden encontrar aparatos muy
asequibles con unas prestaciones muy altas y algunos no requieren de
preinstalación ni cableado.
4.- MANTENIMIENTO
DE LOS APARATOS DE AIRE ACONDICIONADO.
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| Realizar buen mantenimiento |
Inspeccionar
el correcto funcionamiento, mantener un buen mantenimiento y pasar las
revisiones periódicamente.
A veces realizar una pequeña inversión en realizar
la revisión, nos reporta a la larga un ahorro traducido en menor consumo, una
mayor eficiencia energética y por tanto menor coste en la factura.
5.- LIMPIEZA DE
FILTROS Y MANTENIMIENTO ORDINARIO DE LOS APARATOS DE AIRE ACONDICIONADO.
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| Limpiar los filtros de aire acondicionado |
Despejar las salidas y entradas de aire a los
aparatos, ya que de esta manera no se fuerzan los sistemas y se reducen los
consumos eléctricos, al no tener los motores forzados por obstrucciones.
Así
mismo, se debe observar el correcto estado de mantenimiento de los distintos
filtros, ya que afectan a la aspiración y a la impulsión incidiendo directamente
en el consumo energético y en la calidad del aire que respiramos.
6.- NO FORZAR EL
AIRE ACONDICIONADO EN EL ARRANQUE BAJANDO LA TEMPERATURA OBJETIVO.
Al
encender, permita que el aparato alcance su rendimiento óptimo sin bajar la
temperatura drásticamente para que se alcance la temperatura en la estancia más
rápidamente, ya que aparte de no lograrlo, se está forzando el aparato y se
estara consumiendo más energía, utilice el programa existente en su aparato para
este fin (ya sea turbo, powerfull, etc…).
7.- NO ACONDICIONAR SI NADIE LO VA A UTILIZAR.
Si
no hay nadie en la vivienda, no deje el aire puesto y utilice los
programas de
baja generación para acondicionar las estancias menos utilizadas.
8.- TEMPERATURA DE
CONFORT.
En cuanto
a la temperatura de confort, se sitúa entre los 22 y los 25 grados,
recomendando acercarse más a los 25 grados según la temperatura exterior sea más
elevada, para evitar disminuir la diferencia de temperatura entre exterior e
interior.
A efectos de consumo, se estima que, por cada
grado que se baja la temperatura la unidad consume entre un 8% y 10% para
lograrlo.
Existe
una relación directa entre la humedad y la temperatura a efectos de sensación
térmica, de manera que a mayor humedad se debe disminuir la temperatura, los
valores recomendados de humedad se sitúan entre el 40% y el 60%.
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